Variedades de almendro más productivas para cultivo en secano

El cultivo del almendro en secano en España representa una parte significativa de la producción nacional de almendras. Sin embargo, la elección de la variedad adecuada es crucial para asegurar la rentabilidad del cultivo, especialmente en condiciones de escasez de agua. En este artículo, exploraremos algunas de las variedades de almendro más productivas para este tipo de cultivo, considerando factores como el rendimiento, la calidad de la almendra y la resistencia a las condiciones adversas.

1. Variedades de alto rendimiento:

La productividad es el factor principal a considerar al elegir una variedad para secano. Algunas variedades destacan por su capacidad de producir una alta cantidad de almendras por árbol, incluso con una menor disponibilidad de agua. Entre ellas, encontramos variedades como la Guara, conocida por su vigor, elevada producción y buena calidad de almendra, ideal para climas cálidos y secos. También la Marcona, aunque con menor rendimiento que otras variedades en secano, sigue siendo una opción atractiva por la alta calidad y precio de sus almendras, dirigidas a un mercado gourmet. La Soleta destaca por su precocidad y regularidad en la producción. Es importante evaluar el rendimiento en el contexto de la zona geográfica específica, ya que las condiciones locales pueden influir significativamente en la producción.

2. Resistencia a la sequía:

En el cultivo en secano, la resistencia a la sequía es un factor fundamental para el éxito. Variedades con un sistema radicular profundo y eficiente pueden acceder a las reservas de agua en el suelo durante los periodos de escasez. Si bien la mayoría de las variedades de almendro toleran periodos de sequía, algunas muestran una mayor resistencia. Investigaciones sobre la gestión del agua en el cultivo del almendro en España han demostrado que variedades como la Vairón presentan una buena tolerancia a la sequía, así como una buena productividad. Se debe investigar el comportamiento de cada variedad en relación con las condiciones de la zona de cultivo específica, utilizando información de ensayos realizados en zonas climáticas similares. La evaluación de la eficiencia del uso del agua (EUA) puede servir como indicador en la selección de variedades.

3. Resistencia a plagas y enfermedades:

La resistencia a plagas y enfermedades comunes en el cultivo del almendro, como el perforador del almendro o las enfermedades fúngicas, es esencial para reducir el uso de tratamientos fitosanitarios y minimizar los costos de producción. Algunas variedades presentan mayor resistencia natural a ciertas enfermedades, lo que reduce la necesidad de intervenciones químicas. La selección de variedades resistentes contribuye a la sostenibilidad del cultivo y reduce los impactos ambientales negativos. Consultar con entidades agrícolas locales y revisar informes sobre la incidencia de plagas y enfermedades en la zona de cultivo es crucial para una selección informada. La diversificación de variedades también puede reducir la probabilidad de impactos severos por una plaga específica.

4. Adaptación al clima y suelo:

La elección de la variedad debe considerar las condiciones climáticas y edáficas de la zona. Factores como la temperatura, la pluviometría y el tipo de suelo influyen en el crecimiento y la producción del almendro. Variedades como la Desmayo Largueta se adaptan bien a una amplia gama de condiciones climáticas, mostrando una buena productividad en distintas regiones de España. Es fundamental analizar las características del suelo, especialmente su capacidad de retención de agua y nutrientes, para seleccionar una variedad que se desarrolle óptimamente en ese entorno. La realización de análisis de suelo previo a la plantación es una inversión que puede prevenir problemas a largo plazo y mejorar la eficiencia del cultivo.

5. Calidad de la almendra:

Aunque el rendimiento es importante, la calidad de la almendra también es un factor crucial para la rentabilidad. Algunas variedades producen almendras de mayor tamaño, con una mejor forma y un mayor contenido en aceite, lo que las hace más atractivas para el mercado. La Marcona, por ejemplo, produce almendras de alta calidad, muy apreciadas en el mercado de dulces y elaboraciones gourmet, a pesar de un menor rendimiento en secano. Es fundamental considerar la demanda del mercado y el precio de las almendras de diferentes variedades para tomar una decisión informada sobre la rentabilidad del cultivo. El estudio de mercado local permitirá valorar el potencial económico de las diferentes variedades en relación con la demanda y los precios.

6. Consideraciones adicionales:

Además de los factores mencionados, otros aspectos como la época de floración (para evitar heladas tardías), la precocidad de la entrada en producción y el tipo de polinización (autofértil o necesitando polinizador) deben tenerse en cuenta al elegir una variedad. Es recomendable buscar asesoramiento de expertos en el cultivo del almendro y consultar con agricultores locales para obtener información precisa sobre las variedades que mejor se adaptan a las condiciones específicas de la zona. La experiencia local y el apoyo técnico son esenciales para el éxito del proyecto. La inversión en la formación y el asesoramiento experto es crucial para asegurar la eficiencia del cultivo y maximizar su rentabilidad.